miércoles, 7 de marzo de 2012

La mujer rural y su emancipación

El próximo ocho de marzo se cumplirán cinto dos años de la Primera Conferencia Internacional de la Mujer Trabajadora en Copenhague, sitio del que surgiría, por impulso de la alemana Clara Zetkin, los lineamientos para la selección de un día dedicado a la mujer y su lucha, dando lugar, un año después, a el primer Día Internacional de la Mujer.


Mas de cien años ha necesitado la mujer occidental para salir de la sombra del hombre y declararse como un ser totalmente emancipado con la capacidad de ejercer derechos y de cumplir obligaciones de forma totalmente independiente de la figura del hombre. En esta sociedad uruguaya descendiente de generaciones altamente machistas, la mujer ha logrado su lugar en un mundo diseñado por y para hombres. Aunque la igualdad entre los géneros es aún discutible, la mujer puede mirar al pasado y recordar grandes momentos que marcaron una ruptura en la historia universal; la Ley de Divorcio por “sola voluntad” en 1913, el derecho a voto obtenido en 1932 y la incorporación de la mujer en el parlamento en 1943, son algunos de los hechos hacen de la mujer actual y de su fuerza como género que crece a pasos agigantados.

Este año 2012, el Día Internacional de la Mujer referenció en su lema a un grupo de mujeres que  ha estado,  en su gran mayoría, al margen de los grandes movimientos urbanos feministas y que aun forma parte de estructuras familiares patriarcales que la han  alejado de los cambios socio-culturales  generados en torno a la lucha de las mujeres, la mujer rural.



La Semana no encontró mejores voceros para hablar sobre la realidad de la mujer del campo que una asociación que cumple 18 años de edad y que se mantiene construyendo oportunidades para la mujer de ese ámbito, Mujeres Rurales del Uruguay.

Marita Lasalle, como integrante de Mujeres Rurales y como persona  formada en el área, fue la encargada de comunicar una realidad que parece hacerse cada vez mas difícil; “La veo complicada y difícil hoy en día, pero siempre con mucha esperanza, por que creo que lo que fortalece a la mujer es la fuerza que tiene para enfrentar los tiempos en los que hoy estamos. Mirando el censo que no esta del todo terminado, vemos claramente que de ser el siete por ciento hace algunos años, la familia rural pasaó a ser el cinco. Partimos de la base que el productor rural, la familia rural, la mujer rural estamos desapareciendo”, explicó.

Como expusimos anteriormente, la mujer nacida y criada en el campo quedó, a lo algo de la historia, relegada en ciertos cambios culturales con respecto a la familia; “Yo veo que la mujer rural debe realizar múltiples tareas, en el área rural hacemos infinidad de cosas, estamos apuntalando la familia, compartimos con la pareja todo los que son los trabajos de sustento y nos hacemos cargo de los que son nuestros hijos. Esto no quiere decir que en las zonas urbanas no lo hagan, pero en las zonas rurales esta mucho mas marcado que hay trabajos que los debe hacer la mujer. Esta todo muy dado a la mujer, en la ciudad están mucho mas repartidos los roles. A veces es hasta lamentable, se siente que el hombre por mucho tiempo ha tenido una obligación de que es el quién tiene que atraer la plata a la casa, roles que se los adjudicaron ellos mismos. Creo que la igualdad ayuda al equilibrio en la familia. Hoy en día como la sociedad ha evolucionado y le ha permitido estudiar, ayuda a la economía familiar lo que leda independencia a la mujer”, detalló Lasalle.

Esta situación, que parece hacerse mas clara hacia el norte del país en zonas donde las tendencias y modas capitalinas se hacen mas débiles, se debe en parte, y según lo explicado por Lasalle, a causa de una falta de oportunidades para la mujer rural; “Falta muchas oportunidades para la mujer rural, no hay emprendimientos. Nosotros en la asociación hace 17 u 18 años que estamos trabajando con diferentes talleres donde se les van dando herramientas a las mujeres para mejorar su calidad de vida en el medio rural, pero también se ven los problemas que ellas tienen. Quieren hacer muchísimas cosas pero no tiene herramientas, esto se ve agravado con que los hijos se le van. Antes la familia era mucho mas unida, todo niño en la escuela tiene muchísimo mas comunicación,  ve la realidad en otras partes y lo primero que quiere hacer es huir del campo por que el campo no le brinda las oportunidades”, detalló la vocera.

Si bien Mujeres Rurales ofrece oportunidades de capacitación por medio de diferentes emprendimientos como lo son Delicias Criollas- marca de productos artesanales que se son producidos por Mujeres Rurales y se comercializan a lo largo y ancho del país-, las estructuras y comportamientos familiares aún vigentes en el área rural parecen cuartar las posibilidades de la mujer; “La Asociación te permite adquirir herramientas y experiencias que no son las que vivís a diario en tu núcleo familiar, esas herramientas te permiten abrir la cabeza y ver que se puede generar otras actividades y otras maneras de independizarse. Mientras las mujeres se capacitan para esto las presiones son muchísimas, la familia empieza a aceptar que la mujer no este en la casa, por que el capacitarse te demanda eso, hasta que entran los ingresos de esa capacitación, mientras tanto se generan conflictos que a veces la mujer dice “no voy  mas””, explicó.

Como explicaba Lasalle, la mujer rural parece estar sujeta a roles dentro del mismo hogar. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), la mujer rural gana en promedio la mitad de lo que gana un hombre en el mismo rubro. Estos datos no parecen estar tan alejados de los roles adjudicados a cada sexo como explicaba anteriormente la entrevistada.

Sin embargo, Marita Lasalle se mostró muy  conforme con lo que Mujeres Rurales logró en ella y logra en el resto de las mujeres que trabajan en la organización; “Me ayudo mucho al desarrollo personal y a esta altura tiene repercusiones en la familia, mi desarrollo ayudó al crecimiento general de la familia. Me dio muchísimas herramientas, nos es fácil, hay que golpear puertas y puertas, el esfuerzo que uno hace en organizar a mujeres no es muy visualizado en el país, es mucho mas reconocido afuera por otras organizaciones que dentro de nuestro país. Esto no quita que no le vayamos a poner empeño y fuerzas a nuestras actividades, pero nos va a llevar un poco mas de tiempo”, detalló.

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